Gracias a Google podemos encontrar en Internet aproximadamente unas 4,970,000 páginas sobre Joan Miró ordenadas por su relevancia, según su algoritmo de clasificación utilizado por millones de personas de todo el mundo. La primera de esas páginas es la de la Fundación Miró.

Resulta que Google se hizo eco del aniversario del nacimiento de Miró publicando en todas sus páginas de búsqueda el logo que aparece arriba a la izquierda. En mi modesta opinión, no creo que pueda haber una difusión, ni homenaje a nivel mundial tan valioso en estos momentos. Millones de personas, de jóvenes de todo el mundo se encontraron con Miró y el homenaje de Google a uno de los genios universales de la creación.

La familia Miró contra Google

Me entero vía Google.Dirson que el logotipo commemorativo tuvo que ser inesperadamente retirado a media tarde (hora estadounidense) debido a la petición de la ‘Artists Right Society (ARS)’, que representa a la familia de Miró y a otros 40.000 artistas, para que Google eliminase de su portada el logotipo realizado. Según’Mercury News‘, el presidente de la ARS asegura que Google estaba violando el copyright de las obras de Miró, y las estaba utilizando sin tener los derechos de reproducción.

Google, accedió a retirar el logo, señalando segun Dirson, que «no se trata de ninguna violación de los derechos de autor de las obras del artista. «Con los logos que creamos queremos homenajear a la gente que admiramos», se afirma. «Joan Miró hizo una extraordinaria contribución al mundo con su arte, y simplemente le queríamos rendir un tributo».

La normativa de propiedad intelectual

La verdad es que el tema me deja sencillamente perplejo. Creo que el caso en sí mismo es una buena prueba de la necesidad inaplazable de cambiar las leyes que rigen la propiedad intelectual.

El arte, el conocimiento no pueden quedar secuestrados por la miopía y la estupidez; amparados por una protección legal adsurda y obsoleta. Internet ha venido a poner de relieve la entidad del abuso de una privatización del conocimiento que choca contra la propia esencia de la formación y de las reglas de cohesión social y progreso, de algo que por su propia esencia es patrimonio de la humanidad.