Por más que he intendo convencer a algunos colegas universitarios para que trabajen en la web con herramientas como Delicious, Gmail, Netvibes, Writely, Blogs, Picassa o Flickr, etc. es difícil abandonar la vieja idea de «mis cosas en mi PC». Sólo la experiencia y la madurez como usuario te va predisponiendo progresivamente a cambiar la forma de trabajar.
Una idea original de SUN
Quizás Sun Microsystems se anticipó mucho con una idea fuerza, trabajar desde cualquier PC, pero que requería una madurez mayor por parte del usuario. Todavía recuerdo al Presidente de SUN España, José Cabrera, defender esta filosofía en diversos encuentros que mantuvimos. Efectivamente, hay que reconocer que es más sencillo que las personas se desplacen y que las máquinas se adapten a que cualquier usuario trabaje con ellas. Es más racional que la persona encuentre un espacio de uso personal en la web, singularizado de acuerdo con sus preferencias y donde ha almacenado toda la información…
Pero este planteamiento quizás chocaba con la idea del «viejo escritorio», y cosas tan asumidas como «la información en mis cajones, bajo llave», «mi portafolio y mis fotos en mi mesa», tan intensamente vividos durante décadas en todas las oficinas presenciales. La realidad virtual ya nos cambiaba demasiadas cosas. Nos daba «seguridad» que nuestro ordenador personal reprodujera los viejos esquemas del despacho tradicional. Windows Office y su escritorio se aprovechó de una percepción psicológica del usuario que había trabajado durante décadas de esa forma. Lo de Sun Microsystems era más racional y lógico, pero quizás era avanzar demasiado rápido. Además el portatil vino a echar una mano a las necesidades de «movilidad»…
El dilema: trabajar en la web o en mi ordenador personal
En los últimos diez años me habré quedado «colgado» (gravemente) no menos de veinte veces (quizás por el trabajo intensivo al que someto a mis ordenadores). Quiero decir perdiendo información muy valiosa o muchas horas de trabajo. La última vez fue ayer domingo, quizás por esto me ha venido la necesidad de escribir este post. Un ordenador portátil nuevo, con menos de dos meses, no me deja arrancar el sistema operativo windows, no sé aún si se trata de un fallo de hardware o del sistema operativo.
Cuido bastante tener actualizado mi antivirus, o pasar periódicamente una versión actualizada de Lavasoft. Al ser el ordenador muy nuevo no había procedido a realizar ninguna copia de seguridad. Una vez más, corro el riesgo de perder información muy valiosa para mi y muchas horas de trabajo, algunas irrecuperables.
Sin embargo, esta mañana puedo seguir trabajando en gran medida porque mi dependencia del ordenador personal se ha reducido bastante. El correo de Gmail sigue funcionado, gratuito y con elevada capacidad de almacenaje, tiene prestaciones brillantes y me permite acceder desde cualquier ordenador. Tengo una gran parte de mis favoritos en del.icio.us o sindicados en Netvibes. Escribo desde Blogger este blog sin problemas… Algunos documentos valiosos los tengo en writely. Y las calificaciones de los exámenes de mis alumnos están seguras en el campus virtual de la universidad al que accedo por la red…
Lo que en mi caso generacional lo califico como algo a destacar, para los jóvenes es algo ya muy asumido. Sus fotos, sus espacios de redes sociales, sus blogs… Todo esto les está creando una mentalidad propicia a admitir sin reservas una nueva forma de trabajar en la que el software y la información personal está en la red y se accede a ella a través de la red.
La verdad es que nunca he tenido problemas con estos servicios gratuitos. Allí está almacenada la información esperando a ser utilizada desde cualquier ordenador que esté conectado a Internet. Probablemente, se avanzaría más deprisa con esta vía si los gobiernos adaptaran sus normas a estos nuevos planteamientos de foma que los recelos en relación con la confidencialidad, responsabilidad, seguridad, etc. quedaran minimizados. Pero tal como están las cosas, mejor olvidarlo…
Este comentario tiene un carácter genérico, no versa sobre el post, ni tan siquiera sobre este blog sino sobre el conjunto de blogs que su titular viene desarrollando (dentro de su heterogeneidad). No obstante, su rigor, en la cabecera de al menos dos de ellos, se utiliza el término opinión. Ello me impele a hacer una reflexión personal sobre el particular, que no es sino una muestra de agradecimiento por los nuevos conceptos que me ha permitido en unos casos conocer, y en otros asimilar. De todos es conocido la contraposición platónica entre EPISTEME-DOXA, en el libro VII de su República, en la cual mientras la «doxa» es opinión, conocimiento superficial, empírico, pero engañoso,incluso falso.
.La «episteme» es la ciencia,
versa sobre lo inteligible y aquí es donde yo ubicaría gran parte de los contenidos de los blogs referidos, no como un conocimiento propio de la «noesis», pero sí de la «dianoiética» a partir de un método discursivo ascendente. Por ello tal vez sea preciso un acercamiento a los términos
«pensamiento» y «cononocimiento». Ortega da dos definiciones del primer concepto («Apuntes sobre el
pensamiento: su teurgia y su demiurgia»):
1- «es la idea,(concidencia con Platón) formalmente abstracta, del ajuste intelectual del hombre con su entorno»
2-«es todo cuanto hacemos los hombres, sea ello lo que sea, para salir de la duda en que hemos caído
y llegar de nuevo a estar en lo cierto»
No parece referirse ni a la «duda universal» de los antiguo
escépticos, ni a «duda metódica» de Descartes, más bien parece pensar en el concepto de Wüst, o en la voz latina «dubitatio» con la
que los escolásticos aludían al término griego «aporía»(Aristóteles
,Tópicos, VI). El pensamiento no sería pues, sino la concatenación de todos nuestros esfuerzos de ajuste intelectual tendentes a recuperar nuestra certeza, en el sentido latino de «no fluctuación»
, de firmeza. De tal modo, que en mi opinión, quien piensa no solo ve
la realidad, sino que tiene la capacidad de valorarla. Por último,
también debemos a Ortega, la rehabilitación de esta palabra para designar «aquella forma o figura del pensamiento enderezada a
averiguar «qué son las cosas».
Este humilde razonamiento, tal vez
sea una disgresión, pero me permite
afirmar, de una parte que si bien en el conjunto de sus blogs hay opiniones, en mayor medida hay conocimiento, y pensamiento en los términos aludidos, y de otra agradecer su desarrollo y el magisterio de D. Rodrigo Fernández-Carvajal, cuya figura se engrandece con el paso del tiempo.
Un saludo.
Querido amigo anónimo: su reflexión me ha llevado a otra personal que recojo en el post titulado: Descartes, Ortega y los blogs, a propósito de los tres meses que llevo con esta experiencia… Muchas gracias por el comentario. Este blog nos sería el mismo sin su atención y comentarios.