Cuando algunos organismos internacionales predicen una lenta recuperación española, frente a las prometedoras expectativas de otros países, de alguna forma se está reconociendo las limitaciones de nuestro modelo económico. Un país no puede improvisar las reglas que rigen en la “nueva economía”. En este punto se centran todas las preocupaciones y la mayoría de nuestras posibilidades de salir más aceleradamente de la crisis actual.
Para serles sincero esperaba más del sector inmobiliario. Catorce años de expansión ininterrumpida es tiempo suficiente para generar una base importante que nos permitiera afrontar esta crisis de otra manera. El Plan Alicante 2020 daba directrices interesantes. Pero sorprendentemente hay ausencia de reivindicaciones. Esto es un mal síntoma y además lo está pagando la economía en su conjunto en términos de crecimiento y desempleo. Es imposible improvisar un tejido productivo alternativo de tal entidad a corto plazo.
La ausencia de políticas relevantes dirigidas al sector ha agrandado la burbuja inmobiliaria haciéndola de unas proporciones inimaginables, incluso por los más pesimistas. Al final, tal como anticipé hace un par de años, estamos en el escenario en el que sus problemas están arrastrando a buena parte de nuestro sistema financiero. El coste está siendo muy alto y para ejemplo basta pensar en la CAM. Ojalá aprendamos bien las lecciones de lo que está ocurriendo.
El Cluster de la Salud
No quisiera dejar una visión excesivamente pesimista de lo que acontece en nuestro entorno. Hay iniciativas que invitan al optimismo. Por ejemplo, la referida al Cluster de la Salud en el ámbito de la provincia de Alicante.
En los últimos años se ha generado “espontáneamente” una oferta bastante interesante entorno a estos servicios. Hay indicadores en los que nuestro posicionamiento destaca a nivel nacional e internacional. Bajo mi punto de vista es una apuesta inteligente y estratégica para la provincia. El Cluster nace con un enfoque interdisciplinar que potencialmente lo vincula a otros sectores relevantes alicantinos como el turismo, o el propio sector inmobiliario. Hay que felicitar a sus promotores.
En el “cluster” hay nueva economía. Capacidad innovadora, singularización de producto y captación de capital humano muy cualificado. Buenos ingredientes para desarrollar un sector de futuro. La interesante vinculación de la salud con el sector turístico ya tiene ejemplos en el Cluster de proyectos de éxito internacional planteados dentro de la mayor excelencia empresarial (el caso del SHA – Wellness Clinic).
Pese a desenvolverse en el contexto de la más dura crisis su éxito internacional viene a demostrar la necesidad de plantear proyectos innovadores, globales y diseñados con una clara diferenciación de producto, algo que solo se logra con el capital humano.
Mientras, en la vieja economía del turismo tradicional, se cierran hoteles de cinco estrellas; en la nueva se supera la crisis, se capta demanda global, se perfilan nuevas potencialidades.
Definitivamente hay vida en la nueva economía. Aquí es donde no hay que escatimar medios para apoyarla.