Reflexiones a propósito del I Congreso Internet del Mediterráneo
La última semana de septiembre la Asociación Empresarial del Sector TIC de la Comunidad Valenciana (ESTIC) y la Institución Ferial Alicantina (IFA) promovieron en Alicante la celebración del Congreso Internet del Mediterráneo. Aparte del éxito de participación –en un fin de semana que cubría sábado y media mañana del domingo–, la iniciativa tiene un alto significado económico, e incluso en la actual coyuntura económica me atrevería decir que, además, político. Insisto, un rotundo acierto y éxito de los organizadores.
Cuando los responsables políticos nacionales o regionales se plantean alternativas al ladrillo, el surgimiento de nuevos emprendedores, o la apremiante necesidad de generar empleo, tienen muy cerca un conjunto de profesionales y pequeñas empresas extraordinariamente valiosas. Un tesoro productivo para la economía de cualquier región o país. Estos colectivos, prácticamente sin ayudas, a veces muchas incomprensiones y pegas, deficientes servicios en términos comparativos (respecto al ámbito internacional), una regulación decimonónica, etc. se abren paso compitiendo dura y globalmente en un sector donde no existen fronteras de ningún tipo.
Internet es relevante para el desarrollo futuro, créanlo
Los políticos de este país se prestan a apoyar iniciativas públicas ruinosas para el erario público o sectores en los que el peso del establishment le confiere un estatus político importante, pero no han tomado la conciencia del suficiente del valor y relevancia económica que representan el colectivo TIC. Hace poco, en un artículo me refería a diversas cuantificaciones que se habían realizado en diferentes países sobre los efectos en el crecimiento económico y la generación de empleo del desarrollo de las TIC, en todas sus vertientes, desde infraestructuras a servicios especializados. Es un sector fundamental para para el crecimiento económico y el empleo. Créanselo,
No hay modelo de futuro sin las TICs
Voy a ser radical aquí: no hay modelo económico de futuro a medio o largo plazo tanto en España como en la Comunidad Valenciana, que no pase por un protagonismo creciente y decisivo de las TIC. Desde el ladrillo (los que se dedican a la comercialización inmobiliaria ya lo saben muy bien), pasando por turismo en toda su extensión, la banca o los sectores tradicionales. No es ningún secreto que a estas alturas, tanto pequeños agricultores como la multinacional Zara saben de la importancia creciente y decisiva de Internet para la afrontar una correcta comercialización de sus productos.
Internet, el sector de las TIC, pueden desarrollarse espontáneamente, a su aire, tal como lo ha hecho hasta ahora en gran medida, o pueden ser incentivados con apoyos inteligentes. Por ejemplo, una formación competitiva es fundamental. Hay magníficos empresarios y emprendedores y también grandes carencias de personal y algunas derivadas de las rigideces de los sistemas educativos, incapaces de comprender la velocidad y entidad de los cambios.
Larry Page y Sergie Brin no hubieran nunca sacado adelante a Google en un país como España
El desarrollo de Internet como sector clave en sí mismo y para impulsar para la modernización y competitividad del tejido productivo valenciano, requiere de una estrategia activa que vaya más allá de políticas tópicas e improvisadas. A mis alumnos les explico las múltiples razones por las que Larry Page y Sergie Brin no hubieran nunca sacado adelante a Google en un país como España. Esto debería preocuparnos mucho. España debe ser un país que aspire a mucho más que a generar empleo SEO o «Community Manager» (con todos mis respetos y bendiciones para ambos colectivos).
Si sirve de algo, al presidente del Patronato de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Mario Vargas Llosa, le han concedido el Nobel de Literatura, una relación con Alicante poco destacada. Y es que en temas de nuevas tecnologías padecemos bastante miopía política. Ojalá este equivocado y las miradas presten atención al excelente capital humano que esta provincia tiene en torno Internet y las TIC.