Llevo casi un mes que apenas he tenido tiempo para respirar. El asunto del «animal spirits» que sufre la economía no me deja mucho tiempo para escribir en el blog. Lo retomo con un tema muy grato: Estelle Irizarry, prestigiosa hispanista y profesora emérita de Literatura Hispánica de la Universidad de Georgetown.
Leo en la prensa la noticia de la catalanidad de Cristobal Colón sobre la base de una investigación suya. No puedo opinar sobre la base científica de su tesis, pero sí sobre su persona. Tuve la suerte de conocerla hace más de 10 años cuando intentábamos poner en marcha la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Pocas veces he conocido una persona tan joven y vital ¡y eso que estaba a punto de jubilarse!. Su respaldo al proyecto de la Biblioteca fue muy valioso. Nos acompañó en su presentación en México y nos invitó a formar parte de la Real Academia Norteamericana de la Lengua, entre otras muchas iniciativas de apoyo.
Lo que deseo recordar ahora es que, en aquella época de no pocas turbulencias, conocí pocas personas que tuvieran tan clara visión de lo representaba e iba a representar Internet para nuestra sociedad. Una «nativa digital» mucho más certera en su visión que la de muchos jóvenes que participaban por aquellos años en la burbuja de las punto.com.
«La literatura en la Red mundial es, en potencia, una «biblioteca de bibliotecas» (Wildstrom), un vasto universo literario que ofrece modelos del mejor uso de la lengua en el presente y en el pasado» (Ver Informática y literatura por Internet: análisis de la lengua en textos hispánicos, Estelle Irizarry).