El modelo inmobiliario y constructivo español de los últimos 14 años no ha podido ser más improvisado. Recalificaciones a golpe de proyecto sin la más mínima planificación o modelo urbanístico en mente y una fuerte demanda externa e interna que hacía el resto. El resultado un boom a la sombra de la bonanza mundial que ha batido todas las previsiones y récord posibles.
Pero la crisis actual exige ideas. De todas las que he venido escuchando la más convincente es la del I+D territorial. La metodologías actuales de análisis y diagnóstico territorial han ido ganando una enorme capacidad y potencialidad para identificar propuestas realmente competitivas en un marco internacional.
Desde esta perspectiva, podría decirse que no todo van a sr desventajas con la actual crisis. Repensar nuevas estrategias puede ser muy conveniente para la salud de nuestro propio sector inmobiliario, cuyo futuro no está ni mucho menos agotado. Pero con ideas.