He participado en el curso de la Cátedra Rafael Altamira «Innovación y tecnología: un sector emergente de posibilidades laborales» en el que, aunque figuro como director, todo el mérito corresponde a José Manuel Valero Torres auténtico diseñador, organizador e impulsor del mismo. Por esta razón voy a calificar a esta iniciativa de excelente, sin que suene a autobombo.
En la parte final tuve la ocasión de compartir mesa con Pablo Delgado de Torres (MIT), Javier García (Responsable del Laboratorio de Nanotecnología Molecular de la Universidad de Alicante) y Fernando Conesa (Universidad Politécnica de Valencia). Fue una experiencia muy grata. En parte, porque no siempre es posible que alguien te explique con sencillez cómo se produce el «milagro» de la transferencia de tecnología en un sitio como el MIT. Y también, en parte, por constatar que hay en España personas que tienen las ideas muy claras en este tema. Una pena que falle… lo de siempre.
Mi intervención podéis encontrarla aquí: Conocimiento, globalización y competitividad.
El plan estatal de retorno y retención del talento se convirtió en frustración de los cientificos que terminará repercutiendo en menos transferencia de tecnología o más cara. Lamentablemente somos un país que seguimos sin creer en la innovación como estrategia de cambio.