Ayer no pude asistir a los actos que conmemoraban el 20 aniversario del Consejo de Alumnos de la Universidad de Alicante.

Hoy me quiero sumar, desde este modesto blog, a un homenaje merecido. En los difíciles años en lo que tuve que asumir responsabilidades en la Universidad de Alicante el Consejo de Alumnos tuvo un comportamiento ejemplar. Su identificación con la autonomía universitaria y las muy difíciles pruebas a las que fuimos sometidos en aquellos años pusieron de relieve la altura de nuestros estudiantes, la coherencia de sus manifestaciones públicas y las actitudes de madurez y sensatez que imperaron en todo momento durante en este periodo.

Muchos miembros de mi equipo rectoral, y muy especialmente el Vicerrector Mario Pardo comentamos frecuentemente la admiración que nos producía el talante y respuesta de nuestros alumnos, así como el brillante trabajo que desarrolló el Consejo de Alumnos de la UA durante aquellos años -toda la década de los noventa-. Dejaron muchas muestras no solo de su racionalidad y madurez, sino de cariño, afecto e identificación con la Universidad.

El actual éxito profesional y liderazgo de muchas de las personas -dirigentes políticos o de empresa- que pasaron por nuestro Consejo de Alumnos es una prueba de la altura y extraordinaria valía personal de la que dejaron constancia en nuestra Universidad en los mencionados años.

Reitero mi enorme agradecimiento y admiración al Consejo de Alumnos de la UA y desde aquí me sumo a un merecido homenaje y mi más sentida felicitación y enhorabuena.