Navegando por la red me encuentro una noticia del portal «Noticias.com» que en agosto de 2002 -hace una eternidad, si pensamos en tiempo de Internet-, recogía unas declaraciones mías en plena resaca de la burbuja de las punto.com.

El titular lo resume muy bien: «El futuro de Internet está en proyectos que sepan evolucionar a bajo coste«. El foro era la UIMP de Santander y en el momento de la entrevista estaba con Michael Keller (Stanford University) con el que codirigía un curso en la citada universidad. Los menciono por el hecho de que en los Estados Unidos siempre hay fondos para la financiación de este tipo de proyectos. Incluso debió pensar que no estaba muy atinado a juzgar por el contexto de Internet en aquellos años, en los que todavía se daban alas a ciertas euforias de inversión.

Internet a bajo coste en la era de la web 2.0

Casi cinco años más tarde, rara vez se suele estar de acuerdo con lo dije o hice. Mi autocrítica me lleva a ser más severo conmigo mismo que lo que suelen serlo terceras personas. Además está aquello relativo a la falta de agudeza de lo que un economista suele pronosticar… Sin embargo, esta debe ser una excepción que confirma la regla. Hoy estoy más convencido de esta afirmación que cuando la hice.

La web 2.0 hace convivir un modelo muy dual. Un gran número de empresas pequeñas que hacen cosas interesantísimas y que a medio plazo serán mucho más visibles. Y un número reducidísimo de empresa globales que tienden a monopolizar determinados servicios. Quizás por esto mismo, el Internet a bajo coste no es una opción, probablemente sea la única vía.

Un tema interesante es la similitud entre los vuelos baratos (compañías de bajo coste) y algunas fórmulas de éxito en Internet. Siento la tentación de hacer alguna referencia sobre esto, y a buen seguro que la haré próximamente, pero no un sábado por la noche.