Con el título «Por qué el de Paulson es un mal Plan» el diario El País publica hoy un interesante artículo de Michele Boldrin. Creo que es recomendable su lectura.

Ajeno a la entidad de lo que podría suceder tras la aprobación del Plan y su escenificación con el lunes negro de ayer, el pasado viernes redacté una breve reflexión con el título «Ante las crisis: transparencia y confianza» (publicada el domingo 5 en Información). Su alcance es infinitamente más modesto. Pero en cierta medida me alegro de haberlo publicado tras lo acontecido ayer.

En otro orden de cosas, en un post anterior (La carencia de ideas), aludía de una forma un tanto ácida a los gestores. También creo que hay que hacer autocrítica puertas adentro. José Juan Ruíz citaba en el desarrollo de esta antología del disparate a la que hemos llegado la responsabilidad, entros otros, del propio mundo académico «que elegantemente formalizaron por qué era deseable y eficaz que el riesgo se segmentase y se cotizara en mercados no organizados para que acabara en manos de quienes pudieran soportarlo y no – como temía la gente menos sofisticada – en quienes no entendían lo que compraba».

Referencia artículo de Michele Boldrin