Uno de los indicadores de que en la Comunidad Valenciana están ocurriendo cosas relevantes en el ámbito digital, tras algunas décadas de ostracismo y volcados en exclusiva en el binomio turismo-construcción», es que podamos suscitar un debate de entidad sobre la Europa digital contrastando su situación con Estados Unidos y China.
El pasado martes 14 impulsado por la Fundación Conexus y al Fundación Pablo VI y apoyado por entidades madrileñas y valencianas (Fundación Fide, Fundación Metrópoli, Fundación Mediterráneo LAB, e Instituto de Economía Internacional -UA) se presentó el libro de Luis Moreno y quien suscribe estas líneas: «Europa frente a EE.UU. y China. Prevenir el declive en la era de la Inteligencia Artificial».
¿Por qué se ha escrito este libro desde la Comunidad Valenciana y no desde Bruselas, Berlín, París, Madrid o Barcelona? ¿Por qué se plantean este tipo de debates en la Comunidad Valenciana? La pregunta y la respuesta son relevantes en cuanto la respuesta es forma parte del problema.
El «efecto Bruselas» o «efecto avestruz»
Desde Bruselas o Estrasburgo es difícil identificar problema o prioridad relevante en torno al retraso digital europeo con respecto a China o Estados Unidos porque hay un discurso centrado en el liderazgo regulador de la economía digital. Se ve como la gran aportación de Europa al mundo. «el efecto Bruselas«, es un término acuñado en 2012 por la profesora Anu Bradfrod y parte de la premisa de que la fuerza de la Unión Europea radica en su capacidad de crear un marco regulador común. Un motor regulador con el que acometer los desmanes del mundo digital. De ahí se ha pasado a una gran cruzada jurídica contra los gigantes tecnológicos que encubre la debilidad e impotencia de la UE frente a China y Estados Unidos. La Europa de los funcionarios fagocita la Europa de los emprendedores. No hay medidas de política económica, hay regulación.
La transformación digital sin fin en las grandes capitales europeas
Desde las grandes capitales europeas la «vieja economía» (los sectores tradicionales europeos) dominan a sus anchas y se habla de «transformación digital» un término que bien explicado desvela la profundidad del problema europeo. Por ejemplo, la gran banca frente a las fintech se transforma digitalmente a través de un «saco» de medidas que incluye más dosis de «cobol«, intentos de introducir IA, comprender y atreverse con blockchain o comprar Apps que hacen frente a la creciente disrupción del mundo digital. Aquí, como en la mayor parte de los sectores tradicionales europeos, no hay objetivos ilusionantes de liderazgo sino más bien de resistencia. Una gran medida de las startups europeas que surgen de sus grandes capitales viene inducido en su mayoría por las grandes corporaciones tradicionales (retos ,inversiones, compras…).
La cruda realidad de las startups europeas
El modelo digital valenciano -y especialmente tras la situación creada a partir de la crisis iniciada 2008- en sus dos focos principales, Valencia y Alicante es muy diferente. Son modelos construidos «desde abajo«. En Valencia hay un movimiento interesantísimo en torno a las aceleradoras de startups. Hay bastantes, buenas y complementarias (Lanzadera, Innsomnia, Demium, Plug and Play…), este movimiento incluso ha ha atraído proyecto radicados en capitales como Madrid o Barcelona. En Alicante todavía es más precario y épico, sin aceleradoras, en garajes, en coworking se ha generado pueblo a pueblo un minifundismo digital espontáneo que ni tan siquiera cuenta con «family, friend and fools» y que ha generado bastantes casos internacionales. Desde esta realidad es más fácil ver a Europa, como ayuda o distorsiona y qué limites nos marca con respecto a China o Estados Unidos..
Es en este tipo de entornos desde donde se perciben con más claridad las carencia europeas. Europa no tiene gigantes tecnológicos, apenas tiene unicornicos y sus startups tienen enorme4s problemas para escalar
¿Hay motivos en Europa para ser pesimista u optimista?
Esta fue la pregunta que José Miguel Rosell me hizo.. y para no extenderme mucho más dejo el extracto del vídeo con mi respuesta: